AC.: Guía de las mentiras más básicas.

No hay mayor mentira que decir "Yo siempre digo la verdad". Ya está, otra mentira más al bote. Pero luego nos engañan, con cualquier estupidez y ya nos volvemos locos. Y berreamos y estampamos los puños contra la pared. Nos ponemos el dorso de la mano en la frente, hincamos las rodillas en el suelo y gritamos "¡¡¡¿¿Por qué a mí??!!!".

A lo que iba. La primera mentira que tuve que enfrentar fue la de los Reyes Magos. Siento si alguno de vosotros no lo sabía, pero no existen.

Sujeto Subversivo: ¡¡¡¡¿¿¿Qué???!!! ¡¡¡Eso es mentira!!!

Yo reaccioné así cuando tenía 7 años. Estaba haciendo la cama y mi madre me interrumpió. Se sentó conmigo en ella (aún sin hacer) y me dijo que ella era los Reyes Magos. Yo le dije: "¿Todos?" y ella me dijo: "La mayoría de las veces sí". Ahí me cuadró el hecho de que Melchor tuviera la misma letra que mi madre, cuando me dejó aquella nota una Navidad en casa de mi abuela:

"Los regalos no están aquí, están en tu casa. No nos cabían en los camellos. Un beso. Melchor."

En realidad traducida, desde mi edad adulta, ésa nota sería:

"Los regalos no cabían en el coche y los hemos dejado en casa, además están sin envolver y se nos echaba el tiempo encima. Ya sabes como es tu abuela de cagaprisas. Un beso. Mamá."

Pero no es la única mentira a la que uno tiene que enfrentarse a medida que va creciendo. Ya he hablado muchas veces de las princesas de los cuentos, de las pelis en blanco y negro, de los príncipes azules, de la carne picada del Mercadona, de que tomar Redoxon es lo mismo que comer dos naranjas. Todo mentira.
 
La misma palabra en sí: m-e-n-t-i-r-a suena a alcantarilla. Suena como si uno fuese a decir ment-a o ment-al. Si uno se para en la n, es una palabra valle, insignificante. Pero después continúa con tira. Tira y afloja. Tira y retira. Tira y vámonos. La tira de esparadrapo, la Tira Enriqueta, encender una tira, Tira y Zape. La palabra mentira suena completamente a lienzo rasgado de Van Gohg. Rasgado con saña, con un cúter viejo, sin hacer tampoco más ruido del necesario. A bofetada suena. Y cuando alguien le dice a alguien: Eso es mentira. Parece que la boca se le abra en modo cocodrilo. Y enseñe los dientes. Y deje de ser humano y se convierta en juez, diciendo "culpable".

Hay otras mentiras. Las mentiras de los otros. De cuando alguien dice: "Fui a por ti" y es mentira. De cuando un novio dice: "Te fui fiel" y es mentira. De cuando otro dijo: "En realidad me gustas" y es mentira. "No te vamos a despedir", "Estarás contratada muy pronto", "Dejaré a mi mujer por tí", "No tienes que preocuparte", "Está todo solucionado", "Aquí nadie dijo eso exactamente", "Había dos, no tres", "Sólo te debía 10". Y un largo, doloroso, oloroso, vomitivo, nauseabundo, alcantarilloso, etcétera.

Por último está la más torpe de las mentiras. Porque eso que dicen de "antes se pilla a un mentiroso que a un cojo" a veces es verdad y a veces no. Es una verdad intermitente. Porque hay gente que miente bien. Otros no. Y nosotros a veces queremos mirar las mentiras a los mismos ojos y otras veces, mejor que no. Así que ésas son las peores, las que nos decimos a nosotros mismos.

Las mentiras de "sólo una más". En realidad estoy haciendo lo que debo, lo estoy haciendo bien, esto no está a mi alcance, no podría hacer eso nunca, no soy capaz de enfrentarme, no tengo miedo. Yo puedo con todo, para mí cualquier cosa está bien, a mí eso no me afecta, eso no lo puedo cambiar, eso que he dicho era una broma.

Mentiras como chicles. Que se nos pegan a la lengua. Y no se van.

Ment

     iras de ment

a.

Ment

     iras ment

ales de tira

r a la basura.

Mentiras con las que no íbamos a poder vivir, al fin y al cabo.

Sujeto Subversivo: Ahí le has dado, MD.

Yo es que siempre digo la verdad.